Firmo este nuevo texto con una tinta mental que me recuerde que aquí comienza una nueva etapa. Es increíble lo sinuosa que puede ser la vida, lo diferente que puede resultar tras hacer distintas expectativas, y como un simple beso puede hacer girar el mundo más rápido de lo que debería.

Así es como después de  una simple muestra de afecto (tras de su mirada tan tierna) que me dí cuenta de que es tan fácil hacerle sentir algo bonito a una niña, que ya había olvidado lo bien que se siente ello. Ok, ok, tal vez exageré un poco al decir que tan solo basto ello para reaccionar y salir del pozo tan profundo y oscuro en el que estaba cayendo. Basto una última visita a ella, a la causante de todo el alboroto, dejaré este párrafo sin su nombre, pero haré mención de que fue la que dio lugar a la etapa que conozco como “Sin Sinfonías”.
Pero como mencionaba, solo basto verla el sábado por la noche. Verla salir y seguir pensando que se veía tan linda como siempre. Incluso pude soportar que fui tan solo a su casa para acompañarla a comprar algo que en este momento ya no recuerdo, tal vez debido a la falta de importancia.  ¿Nos veremos mañana? No, no creo, mañana tengo cosas que hacer. Va, buenas noches entonces. Tonto, ahí era momento de que reaccionarás, pero no, falto un poco de aire frío regreso a casa para abrir los ojos a la realidad, a una realidad que tal vez no será del todo buena, pero realidad al fin y al cabo, y es que tal vez NO comparta la característica que la hace tan diferente con la ficción, de que puede ser transformada a antojo y comodidad. Claro, más sin embargo la primera tiene un punto muy fuerte a su favor, puede ser vivida, la puedo sentir, gozar incluso sufrir, pero la vivo a fin de cuentas la vivo en carne propia.
Describo todo lo anterior porque de cierta manera quiero que cuándo pase el tiempo y esté revisando mis escritos pueda darme cuenta de que como es que mis pensamientos cambian, y de que en este momento estos me parecen los más cuerdos, pero claro como ya lo dije cambian, y lo más probable es que cuando lea esto de nuevo ya no me parezcan así.
Sólo quiero finalizar, con lo que tanto me ha dado vueltas a la cabeza. Sí, si funciono, aún puedo provocar sentimientos “buenos”; por darles un nombre. De que así fue como me dí cuenta de que tanto esfuerzo invertido en ella no iba a ningún lado, de que sigo pensando que está lindísima, mas ya no me conviene seguir esforzándome en algo que no llevará a ningún lado, al menos no como algo más que amigos y es necesario cortar esa búsqueda insaciable por estar con ella, y que por cada sonrisa maravillosa que ella me podría ofrecer hay una  esperándome con otra persona, aún más tierna y conmovedora que la anterior. He madurado, de cierta forma le estoy agradecido, no dejaré de estarlo pues tanto sensaciones como de amor y odio han vuelto a mí, luchando una con la otra, siendo asistidas muchas veces por la razón, aún y cuando esta última ha demostrado un par de ocasiones abandonar el campo en medio de la batalla, susurrando un “Hasta luego y buenas noches”.


Ese día al levantarse todo le pareció normal. Tan común como el día anterior a este, y al anterior al anterior a este. El olor de su almohada, incluso el acomodo de su cabello que todos los días se veía comprometido a una feroz batalla con el peine, en que claro, éste último casi nunca resultaba vencedor pues ese rizado tipo Bob Dylan que se le formaba en la cabeza era demasiado difícil de domar. De hecho el olor al almuerzo se le hacia muy familiar, huevos fritos ¿Cómo equivocarse?

Prendió la computadora, hacía 10 horas que no lo hacía y era obvio que ya hacía falta ponerse al corriente con sus amigos y su feed de noticias; así pues de alguna manera el destino quiso que el modo aleatorio del reproductor le hiciera sonar Where I End And You Begin de Radiohead y así esa canción se ligará a su subconsciente haciendo que todo lo que restara del día no pudiera sacarla de su mente.
Prosiguió con sus tareas diarias, barrió, medio intentó acomodar su cuarto y principalmente su escritorio, el que inevitablemente y de forma misteriosa nunca podía durar ordenado más de 2 horas. Cada nuevo minuto que pasaba le parecía aún más normal alimentando así una extraña sensación dentro de él que le indicaba con insistencia que todo estaba demasiado ordinario, demasiado común; todo, excepto, él y su mente.
Conforme esos minutos se volvían horas por alguna extraña razón esos pensamientos se hacían más densos, más oscuros, por llamarle de alguna forma. La desesperación pronto se haría ya participe de esas ideas que rondaban desde la mañana. No supo que sucedió realmente pero el ánimo con el que se había levantado comenzó a tornarse gris. Y así, sin darse cuenta ya se encontraba acostado en su cama con las luces apagadas, sin algún ruido que lo sacará de esa obsesión, sólo el sonido del ventilador y del aire pasando con insistencia en sus oídos, y como ya había dicho antes esa canción que se repetía una y otra vez dentro de él.
A partir de este momento no supo si lo que le pasó fue sólo un sueño más o la más pura realidad. Sintió como las sombras se adueñaban de él, lo oprimían y le imposibilitaban el respirar con normalidad, esto añadido a las ya mencionadas ideas y desesperación de la normalidad de su día comenzó a volverlo loco, sentía como la cordura se le iba tal como agua entre los dedos. Incluso podría decir que llego a un estado de trance, un estado en el que comenzó a dudar de si mismo y de lo que si había pasado toda la mañana fue verdadero. No le parecía posible que toda su vida fuera tan monótona, tan igual día tras día, le parecía enfermo que cada mañana y noche fuera un deja-vú; esa misma escena del él desayunando sólo, él batallando con ese cabello tan rebelde, él siendo el mismo de ayer. Y así deprimido, derrotado, enfermo de sus propios pensamientos y casi a gatas en un suelo frió y cruel que recalaba con su presencia la habitación en la que se encontraba comenzó a girar ¿O era su mente? poco le importó ya, la cuestión fue que comenzó a darse por vencido, el mismo sentía como el su latir se hacía débil, incluso por un momento hubiera pensado que estaba muerto sino era porque aún el suelo le parecía demasiado helado. Agotado y sin ya motivación alguna un destello de luz tal cuál golpe inesperado en el rostro le hizo razonar. Sin aparente explicación, que más bien nosotros le llamamos de alguna forma ser iluminado, se dio cuenta de que todo era un sueño. La idea le llegó a parecer estúpida pues esa misma mañana el había saboreado ese huevo frito que le habían preparado, pero como en los sueños todo puede pasar empezó a creer en ello y en la posibilidad de que así fuera realmente. En que si esto era un sueño, la realidad le estaba esperando, por mera deducción incluso llegó a la conclusión de que esa verdad debería de ser distinta cada día, sorprendente y emocionante. De qué él debería de ser el que se encargara de que todo fuera así, de disfrutar cada minuto, cada hora y que sólo él incluso podría cambiar su presente en mil distintas maneras de mil distintas formas. Que incluso sería ya capaz de domar ese cabello con el que tantas horas había pasado intentando domar, que ese olor de su almohada tan característico le hiciera levantarse con un nuevo ideal cada mañana, y que incluso ese huevo frito que saboreaba cada mañana le supiera distinto cada día como quería que le pareciera cada tarde que pasaba, distinta. Y fue así como con la misma fuerza que había llegado la depresión se fue. De como sintio nuevamente el pulso del corazón en su pecho y de como el piso duro y frió se volvió de nueva cuenta un colchón y al parecer su cama. Pues ya todo no le pareció normal excepto él.


La gente es mala por naturaleza.
El por qué lo plantearé de la siguiente manera ¿recuerda aquella vez que se burlaron de usted el día que tuvo esa vergonzosa caída? Probablemente un grupo de gente lo vio y probablemente dentro de ese grupo de personas se encontraban un par de amigos suyos que al verlo tocar el suelo soltaron la carcajada sin pudor alguno y eso fue seguramente la maldad nata que lleva el ser humano dentro desde que nace, así pues incluso los niños llevan esta maldad dentro desde que tienen conciencia pues lo demuestran esa vez que pisaron hasta la muerte ese insecto que se encontraron en el patio de su casa, asesinado solo pra ver que es lo que pasaba si le ponían el pie encima. Este tipo de cuestiones lo vemos todos los días y en todo momento incluso esas veces que al subirse al transporte publico todo mundo lanza una mirada fortuita hacia usted y no la quitaran de encima hasta que algo mas desvié su atención saciando así su sed de maldad por al menos un momento, lo vemos en el instante mismo en que alguna persona aborda con la necesidad verdadera de tomar asiento y en seguida se activa este fenómeno del que he estado hablando pues cierto grupo de personas finge dormir para evitar ceder su asiento y así hacer una buen obra pues es obvio que eso va en contra de los principios que su maldad dicta. Ahora que si queremos ver esto de una manera mucho mas ehm… Nacional ¿Usted cree que esta ola de violencia que esta viviendo el país es obra de una mala estrategia gubernamental? Posiblemente eso sea parte del problema perono del todo, este tipo de cuestiones, creo yo, se desata porque como enfermedad alguna toda esa maldad que alguien lleva dentro se contagia hacia mas y mas gente hasta que toca fondo y tal cual bomba de tiempo explota llevando a todo un país a la situación como la que estamos pasando, donde ya no hay vergüenza alguna en sacar a la luz esta famosa maldad interior que todos llevamos dentro.
¿A que viene todo esto? Sucede que en algún punto de esta mañana me levanté tratando de encontrar alguna explicación a por que las personas suelen herir a alguien que les ofrece cariño, y es así como no pude encontrar otra explicación que esa maldad interior que llevamos dentro y que de alguna manera nos hace actuar erróneamente aun y cuando no lo hacemos conscientemente. Una explicación que tal vez no sea cierta pero que de alguna manera me consuela. Probablemente estas líneas estén siendo dictadas por la misma maldad que yo llevo dentro ya que de alguna manera estoy tratando de justificar a esa persona evitándome a mi mismo ser feliz y así seguir aumentando ese nivel de mal que llevo dentro, pues dentro de este fenómeno hay algo que va muy de la mano y es que a veces llegamos a disfrutar toda esta forma de actuar.

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